30 de diciembre de 2011

Un proyecto efímero, Biergarten en la ciudad de Munich

     Decimos que una arquitectura es efímera cuando, al menos en un principio, está pensada para no durar en el tiempo, sino para formar parte, única y exclusivamente, de la memoria de las personas y de sus testimonios. Esta arquitectura por lo tanto tiene como una de sus premisas la de dejar la mínima huella en el paisaje, el mejor ejemplo de esto son los pabellones en las exposiciones.
     Pero también puede ser algo efímero cualquier escenografía, cualquier espacio creado para una celebración o una fiesta. Quizá en estos contextos sea a veces complicado el definir si lo que está cualificando ese lugar es o no arquitectura.
Espacio público durante unas fiestas populares en España
Mercadillo improvisado

     Las primeras ideas de mi proyecto iban a ser por lo tanto la facilidad de montaje de manera que lo puedan montar los propios habitantes de Munich, el reciclaje, la apropiación temporal del lugar, que sea una estructura apilable y que además sea un elemento colorido y cree una imagen recordable al usuario. Además el edificio debe ser muy interactivo de manera que sirva durante la fiesta y en su desmontaje.
     La base fundamental será la de generar una topografía artificial mediante cajas apiladas, de manera que la gente pueda andar bajo y sobre el edificio, y utilizando como ya he dicho las propias cajas de la cerveza.
Vista durante el día
Vista durante la noche
La forma contribuye a la mirada del paisaje
Esquema del reparto y la posición de las cajas

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Francisco de Asís Montalvo Martín de Almagro
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